08 febrero 2009

Berlinale 2009

Sólo quiero caminar (Agustín Díaz Yanes, 2008)

Ver películas en la Berlinale y supongo que en cualquier festival de cine, hace que se escriban malas críticas. Dependiendo de lo desesperado que estés por ver la película o lo que te haya costado conseguir butaca, la recibes de una manera u otra. Si la película tiene los topicazos que de este director te esperas: mujeres que se ven obligadas a chupar pollas, hombres pegando tiros a diestro y siniestro, amistades dispuestas a pasar por todo sin romperse y amores que nacen de un encuentro casual... pero cuentan también con un guión acertado y toques de humor sagaces (algo que de alguien como Yanes es también de esperar), puedes caer en una peligrosa reacción de doble filo; y aquí entra en juego tu suerte al haber conseguido entradas. Una larga espera y la consecuente butaca demasiado cerca de la pantalla puede sumirte en una profunda angustia y dèja-vu (con Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto).

Protagonista y Director abrigaditos en Berlín (ficha de la película)
Si la entrada la adquiriste cómodamente hace tres días y de camino hacia el cine nadie salpicó con su café en tu solapa, y da la casualidad de que el director sale a saludar y a agradecer (en tu idioma) tu sincero aplauso, pues es imposible que no se te estruje un poquito el corazón y que no escribas unas amables palabras para un film en el que hay tan poca amabilidad y sobre todo, mucha salsa de tomate.

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