Pedro Almodóvar pertenece ya desde principios de los años 90 a los libros. Sobre el director de La Mancha se ha publicado numerosa literatura. Cada una de sus películas acapara ya sean alabanzas o abucheos por parte de la crítica y el público, y pasa por los mejores festivales internacionales (aunque desde hace años el director ha elegido Cannes como plataforma de lanzamiento de sus criaturas).
También lo merece, su vida pertenece al celuloide. Todas sus películas están formadas por fragmentos de grandes películas, a las cuales emula o rinde homenaje. En este ensayo (alemán PDF) intenté hacer inventario de estos fragmentos, rastree sus orígenes hasta identificar a sus propietarios y con ello pude entender mejor la obra de un Autor. Las de Almodóvar son películas entre comillas y déjà-vus.
La motivación personal de esta entrada es el completar esas páginas escritas hace ya varios meses tras ver la película Los abrazos rotos. La última película de Almodóvar hasta la fecha ha confirmado una tesis central de mi trabajo, y es que el tono de sus películas viene dado por su personaje protagonista (normalmente femenino). Carmen Maura dio a los films de Almodóvar fama de "altas comedias"; Victoria Abril tiñó las comedias de color azuloscurocasinegro y por último Marisa Paredes acercó el género del almodrama al melodrama clásico de Hollywood.
En los últimos diez años y tras películas como Hable con ella y La mala educación, el género almodrama se ha dado casi por perdido: situaciones puramente enrevesadas lideradas por personajes que se han vuelto extraños y patéticos; sus heroínas ya no son madres incomódas en su papel o glamurosas actrices de doblaje, sino o están sumergidas en un coma hasta la muerte o deben pasar innumerables operaciones de cirugía estética para convertirse en mujeres cocainómanas con un aspecto de lo más antinatural... Tampoco fueron los hombres en las últimas películas de Almodóvar, quienes pudieran haber tomado el relevo de personajes disfuncionales, en lo cómico y lo trágico. Los hombres solían ser policías corruptos o maridos maltratadores... Pero eso era la época dorada del almodrama con tufo a posfranquismo. Hoy la distinción de los sexos se ha vuelto difusa para Almodóvar.
Pero de vuelta a sus protagonistas femeninas. En las últimas dos películas ha sido Penélope Cruz la "chica Almodóvar" y eso, ¿qué significa? Es su incapacidad de hacer comedia lo que ha permitido a Almodóvar la vuelta al melodrama de mujeres, como consiguiera en los 90 con Paredes y Cecilia Roth. Pero se puede apreciar una voluntad por parte del director de volver a la comedia (con la reaparición de Carmen Maura en Volver y el fallido intento de Cruz en el film dentro del film "Chicas y Maletas"). Como siempre el film Almodóvar del año es un producto con un brillante acabado, pero que promete más. No obstante volverá el espectador en dos años, con sentimientos mezclados entre curiosidad y esperanza, a las salas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario