Los ángeles de Loach

Ken Loach (*Warwickshire, 1936) cree en las segundas, terceras y decimoquintas oportunidades. Quien no saca nada en limpio de la vida y la disfruta o no hace algo para mejorarla, no es por falta de oportunidades.

Retratar y reivindicar el estado y la dura vida de una de las clases menos favorecidas del reino unido ha sido la mayor y mejor contribución de este británico de las Midlands a la historia del cine. Tras más de 40 años de oficio, no solo se merece Loach una entrada en mi blog, sino un lugar privilegiado en el corazón de todo cinemaniático.

Las edades de Ken Loach 
Sweet sixteen 2002 

Angel's share 2012
My name is Joe 1998

No por creer en la clase social suscribe Loach a la idea de que ésta decide el destino de una persona. Quién sabe, si conocer a la persona adecuada en el momento oportuno o tener el talento más insospechado ayudarán a sus personajes a encontrar un camino que nivele la cuesta arriba que ya suelen llevar a sus espaldas desde el primer plano de película. Nunca esto había jugado un papel tan importante en el destino de un personaje de Loach, como en su última película 'Angel's Share'. Loach nos brinda una visión, nos invita a ser testigos del milagro de la colectividad. Especialmente en su última película, Loach analiza estos dos elementos como motores que mejoran la vida a sus personajes. Nadie puede salir de una mala situación solo. No hace falta conocer las películas más tempranas de este cineasta para saber que tiene afiliación al partido comunista. Creer en la aportación del prójimo a tu propia vida es una afiliación a la que yo también suscribo.

Angel's share es una pequeña parte del whisky que cada barril cede a los ángeles antes de ser precintado. Con ello alude Loach a un sacrificio necesario para obtener la calidad de vida que todo individuo se merece. La vida aparentemente desperdiciada de Robbie cambia gracias a una pena judicial que le condena a donar horas de servicio comunitario. Gracias a la ayuda de los siempre importantes y heroicos personajes secundarios (en cierto modo ángeles) presentes en casi todas las películas de Loach, es capaz Robbie de cambiar su destino. Trabajadores sociales cuyas vidas estén lo suficientemente vacías, como para llenarlas con criminales de poca monta, estos mismos desgraciados que cumplen penas por infracciones más vergonzosas que delictivas, son personajes que despiertan en Loach y el espectador de sus películas un optimismo y confianza en el semejante que nunca viene mal recordar.