08 marzo 2008

su crimen perfecto Mr. Allen

Tras ver la última película de Woody Allen, Cassandra's Dream (2007), me aptece hablar un poquito de la temática elegida por el viejito de gafas de pasta para la mayoría de sus películas. Una temática que obsesionó a otro gran viejito del cine... El crimen perfecto.

Con Match Point (2005) el maestro de Brooklyn seguía su propio ejemplo de Crimes and Misdemeanors (Delitos y faltas, 1989); esta segunda vez sumiéndonos en el más oscuro pesimismo moral. Son estas dos cintas esencialmente la misma historia y final, salvo que en su primera incursión en el ámbito británico decide Allen otorgarle más juego a la casualidad que rige nuestro destino; en este caso, que el anillo robado no cayera al Támesis para que algún vagabundo lo encontrase. En su última película introduce la redención y el castigo que no existían en la anterior (obviando el pudding abracadabrante de Scoop) ¿Quiso Woody Allen de este modo rectificar la frialdad de Match Point? ¿No resulta incluso más escalofriante este final? Lo que sí está claro es que el anciano de piel más tersa encuentra en el morbo del asesinato su mina inspiradora más prolífica; lástima que haya perdido la capacidad de humorizar de otros tiempos quizá más optimistas, seguro más jóvenes; un humor del que solamente Allen es capaz por ejemplo en Manhattan Murder Mistery (Misterioso asesinato en Manhattan, 1993)
Es evidente que el cine, y no los sueños, sublima nuestros más ocultos instintos. Volviendo a Hitchcock, éste y Allen comparten esa fascinación por el crimen perfecto: Dial M for Murder (1954) y Match Point; y por la figura del asesino: El tío Charlie en Shadow of a Doubt (Sombra de una duda, 1942), o el intrigante Señor House en Manhattan Murder Mistery.

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